Ya empezó la primavera

El 10 de agosto empezó la primavera energéticamente, la segunda luna nueva después del solticio de invierno, para ser mas exactas. Y se siente el cambio, se siente el impulso de hacer...hoy me gusta compartir algo de lo escrito. Gracias por entrar....

Es rara esta sensación de que no entra mas nada en mi cabeza, tendría que ponerme a estudiar, y sin embargo, no encuentro espacio interno.
Hoy hace un día gris, estoy escuchando a “Sachmo”, cantando maravillosamente, con su voz áspera y profunda, canta con ese swing junto a Ella, qué gloria que hayan existido!
Me pregunto si mi existencia dará significado, alegría, placer; creo que sí, siento conexión con muchas personas, creo que a esta altura ya no debería hacer este tipo de preguntas, es escandaloso que las haga, es como esa estupidez que me planteaba ayer de si despertaré deseos en alguien, ahora entiendo que es una absoluta estupidez, cómo no voy a despertar deseos, sé que los despierto, el tema es que me cuesta asumir lo que provoco, creo que ya no debería estar con esa cantinela, es patético, soy una histérica patética, desde hace rato y ya es hora de crecer, de ser como quiero y no boludear mas, no hacerme más daño a mi misma, tener un poco de respeto y amor, por mi y por mis víctimas.
Creo que estos días de cautiverio me han reagudizado algunas cosas que estaban latentes, tapadas por lo cotidiano, y este salirse de lo cotidiano vuelve a exponer lo que surge cuando no hay dónde esconderse, como en cualquier confinamiento, la cárcel, el convento, el retiro espiritual, es muy loco porque a pesar de estar comunicada, de hablar a diario con personas, de escribir, de escuchar música, leer, ver TV, igual esta mi cabeza vuelta hacia adentro como un guante, está mi corazón tomando el mando, estoy con la guardia baja, pudiendo decirme lo que no me había podido decir. Debo agradecer esto que me pasó, debo agradecer esta posibilidad de mirarme, de planificar, de tomar otra dimensión de mi vida, creo que necesitaba este retiro, este tachar cosas viejas, cosas que ya tienen que quedar obligadamente fuera de mi vida, por gastadas, por repetidas, por aburridas.
Creo que encuentro un nuevo núcleo, más vital, más real, dentro mío, que toda esa cháchara neurótica, vacía ya de significado, obsoleta y absurda.
Cuánto amor hay a mi alrededor, cuánto me dan, cuánto y qué poco a veces doy, creyendo que sí lo hago, pero hay todavía mucha vanidad vana, como decía Juan hace dos días, cuando conversábamos por el MSN, qué dicha haber encontrado a estos amigos sensatos y humanos, que me aman a pesar de mi estupidez.